Tamaulipas se encuentra en estado de emergencia por la falta de agua en el distrito de riesgo 25, lo que llevará a 15 mil familias de comunidades fronterizas a un colapso económico.
Tamaulipas se encuentra en estado de emergencia por la falta de agua en el distrito de riesgo 025, lo que llevará a 15 mil familias de comunidades fronterizas a un colapso económico pues no podrán sembrar, alertó Jorge Luis López Martínez, miembro del Consejo de Cuenca Río Bravo y presidente de la Unión Regional de Propietarios Rurales.
Sostiene que el problema es cada vez más grave y responsabiliza al estado de Chihuahua de las irregularidades que, dijo, continúan presentándose con el reparto del recurso natural y a la Conagua, por no poder orden y evitar injusticias.
“Estamos en emergencia, esto está cada vez más grave y haciendo crisis. Al tomarse la presa La Boquilla el año pasado no llegó ni la mitad del agua que le correspondía a Tamaulipas y ahora se está recibiendo menos, a las pérdidas económicas que se tuvieron se agregan nuevas y la situación va a colapsar”.
El impacto es mayor en este momento porque se vive un invierno seco debido al efecto de La Niña y se estima que el pronóstico de falta de lluvia se mantendrá hasta abril o mayo, advierte. Jorge Luis López refiere que La Boquilla sigue tomada y se está impidiendo que esos escurrimientos lleguen al río Bravo para el abasto de Texas y Tamaulipas, de tal manera que ya hay otro rezago de un 70% en el agua que debe pagar a Estados Unidos.
“Es injusto, se están reteniendo ilegalmente en la parte alta del cauce del río Conchos en Chihuahua 1,100 millones de metros cúbicos de agua, no la dejan pasar”, explicó.
En riesgo la siembra de sorgo El presidente de la Unión Regional de Propietarios Rurales afirma que la siembra de sorgo se encuentra en extremo riesgo, pues no hay agua suficiente.
El panorama es complicado porque los productores se endeudaron para estar en posibilidad de realizar su actividad y ahora se enfrentan a la escasez del vital líquido, lo que les impedirá recuperar su inversión.
Tamaulipas es el principal productor de sorgo del país, al aportar la mitad de la cosecha nacional. “Si no se siembra, las pérdidas serían incalculables”, expone.
De forma directa se ven afectadas comunidades tamaulipecas como Anáhuac, Santa Apolonia, Empalmes, Magueyes, El Realito, entre otras, que viven de la agricultura, pero de manera indirecta el perjuicio se extiende a todo el norte del estado, asegura el miembro del Consejo de Cuenca Río Bravo.
Sobre el origen de esta crisis, detalla que no se respetaron acuerdos tomados entre octubre y noviembre del año pasado. “Se pagó el agua que se debía a Estados Unidos y se pagó con agua de Tamaulipas.
El consenso fue reponerla y lo que quedara se repartiría entre usuarios de la cuenca de forma equitativa y no se hizo”.
Precisa que Conagua autorizó al estado de Chihuahua extraer 385 millones de metros cúbicos del Conchos y 200 mm3 de pozos profundos, lo que hace un total de 585 metros cúbicos para 79 mil 555 hectáreas de riego.
Para Tamaulipas se destinarían 247 metros cúbicos para 223 mil hectáreas. “Los recursos naturales se deben repartir equitativamente para que haya un desarrollo y no está ocurriendo, a Chihuahua le están dando más”, reclama.
Al preguntársele qué se necesita hacer, responde que insistir al más alto nivel para que se ponga orden y se haga cumplir la ley.
“El año pasado hubo hasta amparos en favor de los usuarios para evitar que se pagara a Estados Unidos con agua de Tamaulipas y como quiera se hizo”.
Lamenta que la entidad sea siempre la que sale perdiendo, pues además, al no escurrir agua suficiente desde Chihuahua, Texas también tiene complicaciones en el abasto y se echa mano de la parte que corresponde a Tamaulipas.
“Por cada metro cúbico que le falta a Texas, le faltan dos metros cúbicos a Tamaulipas, es una injusticia desde donde se quiera ver porque Chihuahua se roba el agua y ahora la Conagua le autoriza más, es una doble ilegalidad”.
De acuerdo con sus cálculos, a ese estado hasta le sobran más de 700 millones de metros cúbicos de agua “que está encharcada y no la dejan escurrir, mientras Tamaulipas se muere de sed”.
En su opinión, en este tema influye la cuestión política, pues no hay voluntad de desactivar la toma de la presa La Boquilla.
“No tienen la autoridad para quitarlos debido al costo político, es absurdo, premian a quien se roba el agua autorizándole más agua”.
Puntualiza que, si aquella entidad continúa sin dejar escurrir el agua que corresponde al derecho de Tamaulipas, la situación se pondrá sumamente complicada en marzo.
Fuente: MILENIO.