El Departamento de Justicia comunicó el jueves a Texas su intención de emprender acciones legales contra la colocación de las barreras flotantes en el río Grande.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, no ordenará la retirada de las boyas flotantes del río Bravo (Grande, en EU), desafiando así al Departamento de Justicia de Estados Unidos.
«Texas utilizará plenamente su autoridad constitucional para hacer frente a la crisis que usted ha provocado», escribió Abbott en una carta al Presidente Joe Biden tras la petición del Departamento de Justicia la semana pasada de retirar las barreras.
En la carta, que publicó hoy en Twitter, Abbott añadió: «Texas lo verá en los tribunales, señor Presidente«.
El Departamento de Justicia comunicó el jueves a Texas su intención de emprender acciones legales contra la colocación de las barreras flotantes en el río Grande como parte de la operación estatal en la frontera entre Texas y México, según fuentes conocedoras y una carta obtenida por la CNN.
Según la carta enviada a Abbott, el Departamento de Justicia dio de plazo hasta el lunes a las 14:00 horas ET (mediodía en la CDMX) para que Texas se comprometiera a retirar las barreras fronterizas flotantes o se enfrentaría a acciones legales.
El gobernador republicano respondió a esas demandas diciendo: «He afirmado el ‘interés soberano de Texas en proteger [sus] fronteras’. Lo he hecho en mi papel de comandante en jefe de la milicia de nuestro Estado en virtud del artículo IV, § 7 de la Constitución de Texas».
Greg Abbott exige al gobierno de Biden aplicar las leyes migratorias
Abbott alegó al gobierno que «si realmente les interesan las vidas humanas, deben empezar por aplicar las leyes migratorias».
«Una agencia de la ONU calificó la frontera entre Estados Unidos y México como el paso terrestre más mortífero del mundo, mucho antes de que Texas desplegara alambradas o barreras marinas», justificó Abbott.
«Las políticas de fronteras abiertas de Biden animan a los inmigrantes a arriesgar sus vidas. Esta crisis es obra suya», subrayó.
La Casa Blanca calificó las acciones de Abbott de «peligrosas», «ilegales» y crueles, señalando que no sólo ponen en peligro las vidas de los migrantes, sino las de los agentes.
La amenaza del Departamento de Justicia de emprender acciones legales por las barreras flotantes se basa en una cláusula de la ley federal que «prohíbe la creación de cualquier obstrucción a la capacidad navegable de las aguas de los Estados Unidos, y prohíbe además construir cualquier estructura en dichas aguas sin autorización del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos.»
Fuente: EL UNIVERSAL.